sábado, 19 de enero de 2013

Satisfecha de acabar mi tercer Dakar

Se acabó el Dakar…y con susto. La moto sufrió un problema al final y me costó completar el enlace hasta Santiago. Esta es la prueba de que este rally no se acaba nunca. Mira que ya había llegado hasta el final de la especial y parecía todo terminado.

Me voy a casa con la satisfacción de poder decir que he acabado los tres Dakar que he hecho. Estoy muy contenta con mi primera semana especialmente, que fue cuando no sufrí ningún problema mecánico.
En esta edición pensaba acabar entre los 25 mejores y pensaba que podía hacerlo, pero no fue posible por los problemas que tuve en el día fatídico con el pulverizador del aceite. Luego los arrastré el resto de la prueba.

Tengo que admitir que he acabado destrozada. El primer año acabé muy cansada físicamente, en cambio, este año lo estoy psicológicamente. Pasar una noche entera fuera del campamento es muy duro. De todos modos, estoy satisfecha porque he mejorado mi pilotaje. No he cometido errores en la navegación. De hecho, he comprobado que ahora voy mejor en lo que a este punto se refiere.

Ya sólo queda pensar en 2014, en volver y en hacerlo mejor. También en prepararnos aún mejor. El trabajo que hicimos es bueno y hay que seguir en esta misma línea.


viernes, 18 de enero de 2013

Aún van a pasar cosas extrañas

He ido muy bien. No he corrido mucho. Había rectas muy rápidas y tampoco quería fastidiar nada. También había un tramo de dunas que era complicado porque debías estar muy atenta a la navegación, pero se me ha dado muy bien y eso que no me gustaba demasiado la etapa. He encontrado mucha gente perdida que había salido detrás de mí y luego me pasaban en los tramos más rápidos.

La especial era muy larga y hasta se me ha hecho aburrida de lo rápida que era. Los primeros cien kilómetros eran sólo de dar gas a fondo en una recta, parecía una carretera. Y los  últimos, también. Sólo las dunas eran bonitas. 

Parece lo típico, pero es verdad: el Dakar no acaba hasta que llegas. Lo he podido comprobar porque me he encontrado a gente que se había quedado tirada con problemas, como Duclos o Caselli. Al final, hasta los que suelen estar delante tienen dificultades.

Estamos a un día del final y pasan cosas. Aquí, hasta que no llegas a la última meta nada está hecho. Por eso no me confío de cara a la última etapa, que, además, es muy larga. 

Otros años, las dos últimas jornadas o las dos primeras son más relajadas. Este año no ha habido relax. La etapa de ayer tenía trampa. Había sitios para perderse. Estoy segura de que hoy pasará algo extraño con alguien.


jueves, 17 de enero de 2013

Música para no dormirme sobre la moto

Estoy muy contenta con mi etapa. Era una jornada con mucha arena, que es donde peor lo había pasado en las anteriores ediciones, y la verdad es que me ha ido muy bien. Es curioso porque no he entrenado mucho este aspecto todo el año, pero no estoy teniendo problemas con la arena. Seguro que la moto, que ha mejorado, también ayuda.

He ido a un ritmo rápido, pero tranquilo, seguro. Tampoco me he perdido en ningún punto. Este año estoy muy contenta con mi navegación. Está claro que me gustaría abrir pista porque es donde se aprende más, pero, igualmente, no me pierdo. Es algo en lo que noto que he mejorado. 

Lo más fatigoso del día fue, de nuevo, el enlace. Eran casi 400 kilómetros antes de comenzar la especial cruzando los Andes. Salimos de noche y hacía mucho frío. Se me congelaban los dedos en el manillar. No sé exactamente cuántos grados había, pero debían ser muy pocos. Cerca de bajo cero, seguro.

De todos modos, incluso con el frío, te entraba sueño. De nuevo por el madrugón y también por la altura a la que estamos. Yo sigo arrastrando algo de cansancio de los dos días malos que tuve y mi remedio es ponerme la música a tope. Escucho de todo, especialmente, algo que me sepa porque voy cantando por debajo del casco. Es la mejor manera para no dormirme y hoy por hoy me funciona.
 

miércoles, 16 de enero de 2013

Por fin volví a correr de verdad

Afortunadamente pude descansar algo después de los dos últimos días de locos que había vivido. De todos modos, por mi mala clasificación de la jornada anterior, salí la última. Por eso tuve que ir remontando mucho. Poco a poco, fui adelantando a muchísima gente. Incluso llegué a alcanzar a gente que va más o menos bien en la general, así que por esa parte estoy bastante satisfecha.

Para ayudarme a pasar me vino muy bien que no hubiera polvo en suspensión como el día anterior. También, que los veía de lejos y me servían de referencia. Sabía que era una etapa corta, con lo que quería correr un poquito más para llegar pronto. He logrado poner un buen ritmo, lo que es importante. Me lo he vuelto a pasar bien. Ya era hora de que por fin pudiera volver a correr de verdad.

La dificultad ha estado en la lluvia. Caía muchísima agua al principio. Por suerte hemos podido pasar un par de puntos en unos ríos sin excesivas dificultades. Eso ha hecho que hubiera algo de barro, pero tampoco tanto. Hemos tenido fortuna en ese sentido porque saliendo tan atrás las rodadas me podrían haber complicado mucho el paso.

Igualmente hacía mucho frío. No sé si es por el cansancio acumulado de los últimos días o por la lluvia, pero ya llegué al comienzo de la especial destemplada. Estaba congelada. Luego, al correr me fui calentando. Lo mejor es que pude volver a ir fuerte y recuperar sensaciones.



martes, 15 de enero de 2013

Miedo a dormirme encima de la moto

Vaya dos días seguidos que llevo. Como os conté ayer, me pasó de todo en la especial que acabó en Córdoba la pasada jornada. Todo porque se rompió el pulverizador de aceite del motor. No llegué al campamento hasta las cinco de la madrugada, lo que significa que estuve sobre la Gas Gas durante toda la noche.

Llegué gracias a Miguel Puertas. Es un auténtico crack. Vaya tute se dio. Se hizo más de 300 kilómetros remolcándome. Hasta me caí tres veces porque la tirolina se liaba con la rueda delantera de la moto. Fue muy duro, la verdad, muy duro. Nos dijeron que iban a cerrar todos los puntos de control y corríamos lo que podíamos. No tuve tiempo ni de comer ni de beber nada hasta que no llegué al campamento.

Sólo pude dormir una hora y media. Justo el tiempo que tardaron mis mecánicos en cambiar el motor de mi Gas Gas y revisar la moto. Gracias a ellos pude seguir en carrera. Ya no tengo opciones de hacer un buen puesto en la general como en las dos pasadas ediciones, pero quiero llegar como sea a la línea de meta en Santiago.

Por eso, el día de ayer fue también muy duro. He ido otra vez con Puertas -su mochilero-. Los dos íbamos muy tranquilos, muy despacio. Nos lo hemos tomado con toda la calma del mundo. El cansancio era muy grande, tanto que los dos teníamos mucho miedo a dormirnos encima de la moto, con lo que estábamos bebiendo todo lo que podíamos, para estar muy bien hidratados porque hacía muchísimo calor, y rodando muy cerca.

Para colmo, al final de la especial, la ruta coincidía con la de los coches. Al salir tan atrás, he tenido que tragar todo el polvo de los participantes en las cuatro ruedas, y levantan mucho. Eso lo hacía todo mucho más peligroso, pero al fin, por fin, pude llegar.



lunes, 14 de enero de 2013

Tirada, sin aceite y remolcada

Os doy noticias de mí desde la zona neutralizada de la especial. Estoy intentando reparar la moto después de que me pasara de todo. Empecé bien, pero a 40 kilómetros del final de la primera parte de la especial, se saltó el vaporizador del aceite. Perdí todo el aceite. Paré y por eso no se rompió el motor. Antes, en un salto, se me saltó la caja de herramientas con lo que
debo repararla con lo que pueda. Se me cayó un poco de gasolina encima, aunque no ardió sí me quemó un poco. Nada grave. Tuve que esperar a Puertas, que me remolcó. Juntos buscamos repararla y llegar.



domingo, 13 de enero de 2013

Disfruté el doble de mi mejor etapa

Es una gozada haber hecho mi mejor etapa justo antes del día de descanso. Me están llegando felicitaciones de todas partes. Siempre es bonito que te reconozcan tu trabajo. Si hubiese habido etapa, todo se habría pasado más rápido. Así lo puedo disfrutar un poco más.

Lo más importante hoy es recuperar fuerzas. No me fui a un hotel, como hacen otros, sino que me quedé en mi camión. Dormí ocho horas, que ya tocaba. También, algún masajito, que me fue fenomenal. Estoy pendiente de mis mecánicos. Ellos sí tienen trabajo. Tratan de que la moto siga yendo tan bien como ha ido en los días anteriores.

También he aprovechado para lavar la ropa, ordenar las cosas y quitar un poco de polvo a todo, que todavía había. El vivac de San Miguel de Tucumán está bien porque es de hierba y ayuda. Lo mal es que hace mucho calor, con lo que estoy todo el día bebiendo agua.

Lo más importante es desconectar un poco el coco. Sólo el relax de no tener que hacer el road book nada más llegar el día anterior ya estuvo bien. He recibido la visita de Josep María Lloreda, presidente de KH-7, que me ha dado muchos ánimos. Veo a todo el mundo muy animado conmigo y eso me gusta mucho.



sábado, 12 de enero de 2013

El 13º es un puesto increíble

Habría sido una pena que hubieran neutralizado la etapa por ese río. Hemos pasado por ríos con mucha más agua otros años. Hoy había agua, pero no tenías ningún peligro de quedarte enganchada. Si han pasado 140 motos y se han quedado 17 a lo mejor quiere decir que esos iban muy lentos por esa zona. La carrera va eliminando a la gente precisamente en esos puntos. No hubiera sido justo, la verdad.

Por eso estoy contenta no sólo por esta jornada sino por toda la semana, que ha ido muy bien. No estaba corriendo mucho porque tenía el escape mal y me daba miedo que se rompiese del todo. He ido tranquilita, pero el punto de navegación complicado lo he encontrado a la primera. Por eso no he perdido tiempo.

Había que salir para coger un camino que estaba muy escondido. Era muy fácil pasárselo y la mayoría ha seguido recto. Yo casi me lo paso también, pero he visto una moto a lo lejos que me ha puesto sobre la pista y he creído que debía ser por ahí. He confiado en mi instinto y finalmente he encontrado bien el camino.

Al llegar a la meta me han dicho que era la décima moto que pasaba por ahí y luego, cuando he sabido que había sido 13ª, no me lo podía creer. Hasta ese momento pensaba que me había ido fatal porque he tenido que pilotar con muchas precauciones. Habrá que disfrutarlo, porque no creo que pueda conseguir ese resultado muchas más veces en un Dakar.

Por lo demás, se me ha hecho muy larga la jornada y, en general, estos dos últimos dos días. El camino era bonito, todo lo contrario que la especial y la altura me afectó menos que en la etapa anterior, afortunadamente. Por suerte no necesité nada de oxígeno, no como el día de antes. Ahora toca reponer fuerzas en la etapa de descanso.


viernes, 11 de enero de 2013

Estoy muy afectada por lo de Thomas

Estoy muy afectada por la muerte de Thomas Bouring.Una cosa así nos afecta mucho a todos los pilotos. Está claro que en estas carreras hay un riesgo muy elevado. Son muchas horas, el cansancio se acumula y, además, estaba el tema de la altura. Lo siento mucho por él. Mis condolencias para toda su familia y amigos.

A nivel deportivo tampoco ha sido el mejor día. He tenido una caída y me he hecho algo de daño en el meñique de la mano izquierda. Por suerte no es grave. Sin embargo, todo va sumando porque también tengo algo de dolor en la mano derecha por la caída del día anterior.

En la especial he acusado la falta de velocidad punta en mi moto. Era una pista muy rápida. Se podría decir que parecía una autopista. Otros pilotos, que en otras jornadas iban por detrás de mí, me han adelantado sólo con dar gas.

He tenido que pasar la noche en otro campamento. Es la etapa maratón y todos los pilotos de motos estamos solos. No hay asistencias mecánicas. Dormimos todos en una misma tienda de campaña muy grande. La estancia allí se ha hecho muy larga aunque todos hemos hablado de lo ocurrido. Por desgracia, lo sucedido con Thomas Bourgin estaba presente. Y ha sido muy duro.



jueves, 10 de enero de 2013

He sufrido una pequeña pájara

La etapa en sí ha ido bastante bien. El problema ha surgido antes. En el tramo de enlace iba a desviarme para quitarme la chaqueta, he pillado una piedra y me he pegado un castañazo guapo. Tengo la mano derecha un poco dolorida. No iba ni rápido ni haciendo el tonto. Ni si quiera me he enterado. Es lo que pasa a veces en el Dakar. Otros días, cuando vas fuerte, no te pasa nada.

En lo que respecta a la especial, empecé muy bien, pero me quedé enganchada en una duna. Perdí tres o cuatro minutos. Me ha pasado mucha gente y he tenido que tragar polvo. He visto a bastantes pilotos a los que les han pasado muchas cosas, así que es muy bueno ir llegando a la meta cada día.

En la duna en la que me quedé, uno de los que llegó fue Joan Barreda. Lo hizo como un loco. Se ha paró y puso el caballete. Venía a ayudarme. Le dije que tirase. Tampoco creo que un piloto como él se tenga que detener a auxiliarme
a mí, pero es de agradecer.

No sé si es por la altura en estas etapas, pero estoy cansada. El cambio de hora nos fastidió un poco a todos. He dormido sólo tres horas. Al final de la etapa he llegado con una pequeña pájara por la fatiga. Al menos estoy contenta porque he acabado en una buena posición y porque la moto sigue funcionando bien.


miércoles, 9 de enero de 2013

Una 'trialera' me dio impulso

Salía en un buen puesto. Había mucho polvo al comienzo de la especial, pero he tenido suerte de encontrar un lugar muy ‘trialero’, como los que a mí me gustan. He podido pasar a bastante gente y coger un buen ritmo. Además sin gente delante que me levantara polvo. He ido muy bien, sin equivocarme en ningún lado. De momento llego una carrera muy buena.

Lo positivo es que iba sola casi todo el tiempo. Sólo encontraba pilotos y los pasaba, pero era yo quien marcaba el ritmo y elegía la dirección a seguir. Era una etapa un poco trampa: era muy corta, pero era difícil e intensa. Había mucho ‘fesh fesh’, polvo, piedra, etc.

Vi a Barreda parado, junto a su ‘mochilero’ Fish. También me fijé en la bajada imposible que tuvimos que afrontar el año pasado. Me acuerdo que era un ‘peligro 4’, es decir, de riesgo extremo. Este año pasamos por al lado, por suerte.

Lo peor, otra vez ha sido el enlace. De nuevo, larguísimo. Se me ha vuelto a hacer eterno, como en la jornada anterior. Tuve que afrontarlo con tensión para que ningún radar me cazara superando los límites de velocidad.


martes, 8 de enero de 2013

Una duna que no olvidaré

Empecé un poco dormida, demasiado tranquila. Me quedé enganchada en una duna. Más que el tiempo que perdí allí, sucedió que me atrapó mucha gente y luego, con todo el polvo que levantaban, era más difícil seguir. Cuando el terreno se volvió más abierto, me fue más fácil pasarlos y acabé muy bien. Fue perfecto.

La bajada era espectacular. Impresionaba muchísimo. Era una duna larguísima y muy empinada. La moto se embalaba y había que ir frenando todo el tiempo. Veías el final lejísimos, parecía que no iba a acabar nunca. He bajado tan lenta que parecía un caracol. Daba miedo. Nunca había visto una duna igual. Incluso al llegar abajo, me di la vuelta un segundo y miré hacia arriba para recordarla mejor.

Lo peor del día ha sido el enlace. Ha sido mortífero. Estoy más cansada de hacer el enlace que la especial. Era muy aburrido, por unas carreteras estrechas y con mucho tráfico. Tenía que estar pendiente en todo momento del radar para no pasarme de velocidad y que no me sancionaran. He ido en tensión los 429 kilómetros. Un rollo, pero es lo que tocaba para poder llegar al campamento.
 
 

lunes, 7 de enero de 2013

Un loco volvió a nacer

He acabado en una buena posición… y eso que no he corrido nada. Bueno, algo sí he corrido, pero he ido a un ritmo muy seguro. Supongo que la navegación la he pasado bien no he perdido mucho tiempo con eso. Creo que si voy cada día así, seguro que voy a ir avanzando posiciones. 

La etapa era muy chula. El terreno era un poco peor que el día anterior. Había más ‘fesh fesh’, las dunas estaban un poco blandas, pero ha estado muy bien. Ojalá fuesen así todos los días. De momento todo va perfecto. La moto va muy bien, yo estoy bien físicamente y el equipo está muy bien. Sólo podemos pedir que todo continúe así.

La anécdota del día ha sido cuando me he encontrado un loco. Creo que ha intentado saltar una duna que tenía al menos 10 metros. Estaba marcado como un peligro 3 en el ‘road book’ –el máximo- y supongo que no ha frenado. Al principio, cuando le vi, pensé que se le había averiado la moto y estaba reparándola. Pero observé que tenía el manillar roto. Eso es que este hombre ha vuelto a nacer. Su vuelo deber haber sido increíble. 

Por suerte, él estaba bien. Le hice un gesto con el pulgar preguntándole y me dijo que no necesitaba ayuda, que todo estaba bien, con lo que continué mi camino. ¡Hay que ver lo loca que está la gente!


domingo, 6 de enero de 2013

Que todos los días sean así

Todo ha ido mejor. Y eso que he empezado la etapa muy mal. Me pasaba todo el mundo yendo a fondo y yo pensaba: ‘como vaya así, voy a acabar la 150’. Creo que la gente no mide bien. Comienzan muy fuerte y luego los vas pasando. En cambio, yo he ido a mi ritmo. 

Ojalá hiciese todas las etapas así. He ido al ritmo bueno para acabar en una buena posición. Los primeros días es todo más difícil porque hay mucha gente, con lo que hay más polvo y es más difícil pasar. Yo me he sentido muy cómoda. Hasta he ido sola mucho rato. No me he liado con la navegación y no me he perdido.

Había sitios con dunas muy rápidos y de golpe se cortaba rápido. Eran bajadas muy empinadas. Eso te daba algún susto porque frenabas y decías: ‘ay, ay’. Ha habido un par de sustitos, pero fáciles de controlar. Lo dicho, que siga todo así.




sábado, 5 de enero de 2013

Arranco cansada

Es curioso. Apenas hemos empezado y ya estoy cansada. He ido contrarreloj todos los días desde que me bajé del avión en Lima. No he parado de hacer cosas: deshacer las maletas, ponerlo todo en su sitio, pasar las verificaciones.

Estos tres primeros días son muy duros. Hasta que no le coges el hilo a dormir, coger los horarios, etc. No te encuentras a gusto. Yo ya he arrancado la etapa cansada. Eso sí, tenía ganas de empezar para desoxidarme, para despertarme. De hecho, para eso ha servido el día de hoy. Se trataba más de dar espectáculo que de otra cosa.

Había que tomárselo con tranquilidad.  Los pilotos de motocross, que van bien con la arena sí han ido fuerte. Algunos como Pizzolito daban unos saltos tremendos. Pero, la carrera es muy larga. Va a haber piedra, caminos y de todo. No hay que desesperarse.

Las noches las volveré a pasar en un camión. Se acabaron los hoteles por unos días. Los dos años anteriores ya dormí ahí y fue bien. Sólo falta acostumbrarse.




viernes, 4 de enero de 2013

Queremos llegar, pero queremos más

Han pasado doce meses y se me ha hecho cortísimo. Parecía ayer cuando regresábamos del último Dakar. Al cabo de un par de días de haber descansado ya estábamos otra vez pensando en lo que había que hacer para volver y qué se debía mejorar… Da igual el tiempo que tengas para prepararte, todo pasa tan deprisa que ni te das cuenta y otra vez estás empacando para marcharte 20 días a esta locura del Dakar.

Para mí, el año ha sido extraordinario en cuanto a resultados, he logrado mi 12º mundial de trial y el primero de enduro, aunque también ha sido extraordinariamente duro, y en el camino casi pierdo un dedo del pie. Afortunadamente, me he recuperado y creo que no tendré problemas para afrontar los 15 días de carrera que tenemos por delante, aunque por un motivo u otro este año llego más justa de preparación y con una moto nueva que no he podido probar tanto como me hubiera gustado.

Los deportistas siempre queremos más: más entrenamientos, mejor material, mejores resultados. No es una cuestión de avaricia ni de egocentrismo… Somos competitivos por naturaleza y buscamos lo máximo hasta jugando a la Play Station. Disfrutamos con ello. Y yo pienso disfrutar en este Dakar buscando una plaza entre los 30 primeros de la general. Sé que no será fácil, que habrá que superar el terrible calor de Argentina, las dunas de Perú, el frío de Los Andes y los desiertos inhóspitos de Chile, y sé que, en el fondo, aquí el éxito se mide ya con sólo llegar. Ése es siempre el primer objetivo, pero como ya os he dicho, siempre queremos más.