Para mí, el año ha sido extraordinario en cuanto a resultados, he logrado mi 12º mundial de trial y el primero de enduro, aunque también ha sido extraordinariamente duro, y en el camino casi pierdo un dedo del pie. Afortunadamente, me he recuperado y creo que no tendré problemas para afrontar los 15 días de carrera que tenemos por delante, aunque por un motivo u otro este año llego más justa de preparación y con una moto nueva que no he podido probar tanto como me hubiera gustado.
Los deportistas siempre queremos más: más entrenamientos, mejor material, mejores resultados. No es una cuestión de avaricia ni de egocentrismo… Somos competitivos por naturaleza y buscamos lo máximo hasta jugando a la Play Station. Disfrutamos con ello. Y yo pienso disfrutar en este Dakar buscando una plaza entre los 30 primeros de la general. Sé que no será fácil, que habrá que superar el terrible calor de Argentina, las dunas de Perú, el frío de Los Andes y los desiertos inhóspitos de Chile, y sé que, en el fondo, aquí el éxito se mide ya con sólo llegar. Ése es siempre el primer objetivo, pero como ya os he dicho, siempre queremos más.
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